Temperamentos, Astrología y Terapia Floral

Lo siguiente es una reseña de una monografía que realicé como trabajo final de un curso sobre los Temperamentos de la Antroposofía y las Esencias Florales:

TEMPERAMENTO  COLÉRICO

"El sol rojo" - Miró
                  "La sangre en su circulación, la fuerza pulsante de la
                    sangre, es expresión del verdadero yo... 

El yo se expresa en la circulación de la sangre, en el efecto predominante de la sangre; se manifiesta sobre todo en la fuerza ígnea, vehemente, de la sangre. Si podemos desarrollar una comprensión sutil de la conexión del yo con los demás miembros del hombre, suponiendo que en el hombre el yo ejerce un dominio, un poder especial sobre la vida de los sentimientos y las representaciones, es decir sobre el sistema nervioso, y suponiendo que todo en el hombre surja del yo, que todo lo que siente lo hace con vehemencia porque su yo es tan fuerte, estamos ante el temperamento colérico. Todo lo que caracteriza así al yo obrará como cualidad preponderante y debido a ello, el sistema sanguíneo prevalece en el colérico. El temperamento colérico actúa en la pulsación vigorosa de la sangre. El elemento de fuerza en el hombre proviene de su influencia sobre la sangre. En una persona en la que espiritualmente actúa el yo, y físicamente la sangre, vemos que la fuerza intrínseca mantiene la organización con rigidez y firmeza. En su comportamiento con el mundo exterior querrá hacer valer la fuerza del yo. Esta es la consecuencia del yo. Por lo tanto el colérico se conduce como un hombre que quiere imponer su yo en todas las circunstancias. A la circulación de la sangre se debe lo agresivo del colérico, y todo lo que se relacionan con una voluntad fuerte."

"Tomemos por ejemplo al colérico que tiene un centro fuerte y firme en su yo.  Cuando predomina el yo, el hombre quiere arremeter contra cualquier obstáculo exterior, quiere imponerse. Ese yo es el señor. La conformación humana refleja el estado de la conciencia. El cuerpo físico se forma según el cuerpo etéreo, y éste según el astral. Este último conformaría al hombre de las más diversas maneras, si el yo no pusiera límite al crecimiento. Detiene realmente el crecimiento de los otros miembros, no permite que el cuerpo etéreo y el astral se desarrollen según su propia naturaleza. El temperamento colérico se puede percibir perfectamente por la figura, por todo el aspecto exterior, que revela la verdadera naturaleza energética del hombre del yo cerrado en sí mismo. Es como si en los coléricos el crecimiento hubiera sido detenido. Podríamos encontrar muchos ejemplos, uno de ellos en la historia espiritual, el filósofo Johann Glotiez Fichte, el alemán colérico que se caracteriza ya por su apariencia. Es como si hubiera sido frenado en su crecimiento. Con ello revela perfectamente que los otros miembros han sido detenidos por el exceso del yo. No es el cuerpo astral con su elasticidad lo que predomina, sino el yo, el domador y limitador de las fuerzas formativas. Por regla general, estas personas de una voluntad firme no son altas, aunque si anchas de espaldas, porque el yo pone riendas a la fuerza formativa de una astralidad libre. Otro ejemplo clásico del colérico es Napoleón, el "pequeño general", que quedó tan corto de estatura porque el yo constriñó a los otros miembros de la entidad humana. Es el prototipo del crecimiento constreñido del colérico. Así se puede ver cómo la fuerza del yo obra desde el espíritu, de modo que el ser más íntimo del hombre se manifiesta en su conformación."

"Hay un órgano en que se evidencia notoriamente si obra en primer lugar el cuerpo astral o el yo. En la mirada firme y segura del colérico se refleja su naturaleza. Por regla general, aquella luz fulgurante del ojo que dirige la mirada con tanta claridad hacia el interior de las cosas va acompañada de ojos muy negros. Esto se debe a cierta ley, según la cual el colérico atrae hacia el interior, mediante su yo, algo que quita el cuerpo astral, la posibilidad de teñir lo que en otros hombres es teñido. Observemos al colérico también en su modalidad. Quien tiene su poco de práctica puede ver desde atrás si alguien es colérico, por el paso energético que lo denuncia. También en la forma en que apoya el pie se nota la fuerza enérgica del yo. El niño colérico, por ejemplo, apoya el pie y da el paso como si quisiera imprimir su huella firmemente en el suelo."

"El hombre entero es una expresión de su ser íntimo, que se da a conocer de esa manera. Con esto no se quiere decir que el colérico sea bajo y el sanguíneo alto. Sólo podemos comparar la estatura del hombre con su configuración. Lo importante es precisamente esta proporción."

Fuente: Rudolf Steiner, en "El misterio de los temperamentos".

En el temperamento colérico predomina en su organismo la “bilis amarilla”. De estatura normal o superior a la media; la piel presenta un tono amarillento. Son irascibles, impacientes, obstinados y vengativos. Precipitados y espontáneos. Tienden a dejarse llevar por sus pasiones.

Su elemento es el fuego, es de naturaleza eruptiva y colérica. Este es luminoso, flameante, chispeante y caliente, funde todas estas cualidades en un solo poder para así obtener efectos más intensos.

Su edad típica es en la mitad de la vida hasta el septenio número 7, ya tiene una forma muy definida. También lo podemos ver en el tercer año de vida de un niño, cuando él se empieza a decir yo, así mismo pero este solo dura muy poco, ya que al pegarse el estirón lo disuelve.

Los períodos posteriores a los 42 años de vida este se presenta con más nitidez.


Fortalezas
Debilidades
• Es muy confiado en sus propias capacidades.
• Es muy seguro de si mismo.
• Le gusta liderar proyectos y sacarlos adelante.
• Es perseverante, disciplinado, tenaz y autosuficiente.
• Tiende a dominar en los grupos y se ofrece como líder.
• Tiende más a la acción que al análisis.
• Le gusta que las cosas funcionen.
• Es bueno organizando y delegando, pero no tiene paciencia para los detalles.
• Llega hasta el final y saca las cosas adelante como de lugar.
• Es muy práctico.
• Extremadamente hostil, cruel, franco y duro.
• Tiene ataques de ira y violencia.
• Suelen provocar dolor a otros.
• Cuando se enoja reacciona dando patadas, portazos, golpes en la mesa.
• Hace comentarios muy hirientes.
• Autoritario y arrogante.
• Insensible a las necesidades emocionales de los demás.
• Poco expresivo.
• Asume el poder de tomar decisiones por los otros.
• Considera que los demás están por debajo del nivel de él, todos son inútiles.


Aquellos que conocen la terapia floral de Bach ya pueden identificar algunas de las flores clásicas del temperamento colérico en desequilibrio: Holly por su tendencia a la ira; Impatiens por su impaciencia y su falta de reflexión; Vine por su dominancia y su tiranía, Beech por su intolerancia, Elm para que le enseñe a parar a tiempo y Olive para recuperarlo del agotamiento que le puede sobrevenir por el terrible gasto energético que afronta continuamente. Es muy común también que ese mismo gasto de energía le lleve a una situación depresiva que podría tratarse con Mustard.

Estando el temperamento colérico relacionado fuertemente con el elemento fuego, y siendo los signos de fuego Aries, Leo y Sagitario, las flores que la astrología por regla general asocia a estos signos son: Impatiens, Vervain y Agrimony, respectivamente. Personalmente, asocio estas esencias al signo lunar y no al solar, ya que es la Luna la que rige las emociones, las memorias del pasado, el estado regresivo, las conductas de la infancia, etc.
También pienso que no podemos tomar las flores de forma estereotipada, ya que una persona es mucho más que lo que representa una sola esencia. La combinación de factores de su constitución emocional es tan amplia que no habrá dos leoninos iguales y, por lo tanto, no podemos circunscribir una sola flor a cada signo lunar. Desde la astrología, hay otros factores importantes a tener en cuenta, como por ej., los aspectos que esa Luna tenga a otros puntos importantes de la carta, y que determinarán el modo en que expresará y vivenciará esa emocionalidad cada persona en particular.

El ast. Tito Maciá, asocia al signo de Aries las siguientes esencias:

Vervain -caracterológica- (para llegar al límite de su capacidad, para controlar la voluntad y los impulsos; como ayuda para relajarse interiormente; para aliviar la presión interna).
Impatiens -caracterológica y a veces transitoria- (para no actuar de manera precipitada o atropellada y ayudarle a que no se enfade y tenga paciencia).
Chesnut Bud -transitoria y caracterológica- (para aprender de los errores y encontrar el camino correcto).

Holly -transitoria y caracterológica- (para disminuir el mal genio; para poder controlar las explosiones de humor, los ataques de rabia y las tendencias destructivas; para no reaccionar con ira y con rabia).

Al signo de Leo, asocia las siguientes esencias:

Rock Rose -caracterológica y transitoria- (para después de una actuación 'heroica'; para quitarles el miedo que les queda en el cuerpo después de un acontecimiento importante).
Vine -caracterológica- (para ayudarles a aprender a ser más tolerantes).
Holly -transitoria- (para suavizar el sentido del ridículo y disminuir la ira).
Star of Bethlehem - transitoria- (para las heridas en el amor propio, para ayudarle a ser natural y evitar el orgullo innecesario).
Heather -caracterológica y transitoria- (para perder una parte de la vanidad y el sentimiento interior de inseguridad; para facilitar el auto-reconocimiento y no tener tanta necesidad de reconocimiento externo).

Al signo de Sagitario, asocia las siguientes esencias:

Agrimony -caracterológica- (para facilitar el encuentro consigo mismo y evitar la huida tomando alcohol o drogas).
Clematis -caracterológica y transitoria- (para ayudarle a volver a la realidad y equilibrar su apariencia).
Vervain -caracterológica- (para ayudarle a conseguir el adecuado distanciamiento de sí mismo, sus objetivos y sus semejantes).
Beech -transitoria y caracterológica- (para ayudarle a ser más flexible, tolerante y humano).
Elm -transitoria y caracterológica- (para conseguir el optimismo y la fuerza perdida; para no dudar).



Por su parte, el ast. Franco Rossomando, recomienda las siguientes esencias florales para los signos de fuego:


Aries: Impatiens, Walnut, Chesnut Bud.


Leo: Vine, Larch, Agrimony.


Sagitario: Agrimony, Vervain.




Copyright © 2011 Pilar Nieto Gigirey - Terapeuta Floral

Reservados todos los derechos.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario